Cuando hablamos de situaciones de crisis nos referimos a momentos en los que, por diversas razones, la estructura organizacional de una empresa, su imagen o su actividad se pueden ver perjudicados. Un accidente laboral, una intoxicación alimentaria o la huelga de los trabajadores, entre otros, pueden dañar seriamente la imagen y reputación de las empresas e instituciones si no se gestiona la comunicación de forma adecuada.
Una empresa debe saber cómo responder ante estas posibles situaciones para garantizar así la integridad y los intereses tanto de la propia empresa como de sus empleados, clientes y proveedores.
Las posibilidades que pueden llevar a estas situaciones de crisis son tan variadas como podamos imaginar, yendo desde información errónea sobre la empresa a desastres naturales. Toda situación que pueda hacer tambalearse a la estructura de la empresa puede ser considerada como una situación de crisis.
En estas situaciones de riesgo, es imprescindible manejar sin ningún tipo de error la comunicación, tanto a nivel interno como externo. Se hace más necesario que nunca estar en contacto con todos los actores que forman la comunicación de la empresa al mismo tiempo que se monitoriza el impacto exterior que se está produciendo.
Mantener una imagen segura, sólida y creíble es imprescindible para toda empresa, con independencia del tamaño o dimensión de la misma.
¿Cómo gestionar la crisis de comunicación? Éste será nuestro próximo post.
Sergio Mercader