Vivimos en un momento de la historia en el cual nunca antes se había consumido tantas horas de contenidos audiovisuales. Nos pasamos el día conectados a una pantalla. Cada día se consumen miles de horas de videos de youtube, los servicios de streaming (Netflix, HBO, Amazon Prime…) están llegando a casi todos los hogares, las redes sociales han incorporado servicios de videos…etc. Hemos perdido capacidad lectora y retenemos mejor los mensajes cuando los consumimos en un soporte audiovisual.
Los conceptos se captan mejor y con menos esfuerzo si el orador ofrece al auditorio una variedad de recursos técnicos que reúnan la imagen, el sonido y la animación. Según revela un estudio de la Universidad de Warton en Estados Unidos, viene a demostrar la importancia decisiva de la imagen en la percepción de la información. La investigación concluye que el 94 por ciento de la información que una persona procesa en su vida lo hace a través de las imágenes. Además, también revelan que cuando la vía es audiovisual, las posibilidades de retención y la resistencia al olvido de los datos captados se elevan al 50 por ciento del total.
- Rompen la monotonía discursiva, la atención se despierta ante la novedad y se estimula el interés.
- Hacen visuales los conceptos y multiplican las posibilidades de comprensión.
- Potencian el impacto de la presentación porque atienden a las personas que captan visualmente y dan realce a la información.
- Ahorran tiempo y explicaciones innecesarias: una imagen que refleja una estadística en un gráfico de barras o la distribución de porcentajes en un diagrama circular, por ejemplo, ofrecen una información más evidente y significativa que cualquier explicación por muy pormenorizada y rigurosa que sea.
Además de todas estas ventajas a la hora de usar soportes audiovisuales en las presentaciones, hay que resaltar que cuando se utilizan bien los medios audiovisuales aumenta la credibilidad del conferenciante. Crean la sensación de dedicación al trabajo, parece más profesional, persuasivo e interesante.